miércoles, 17 de julio de 2013

El fuego del arte se enciende a distancia


Por:  17 de julio de 2013
Overflow. A note of suicide de INTACT Project
"Overflow. Una nota de suicidio" de INTACT Project. Interpretado por Carolina Priego. Fotografía: Maku López.
Controlar espacios lejanos, desplazar objetos con el pensamiento o encender un fuego a distancia, todo esto se podrá ver mañana, jueves 18 de julio a las 19 horas, en elMedialab-Prado de Madrid. El evento, gratuito hasta llenar el aforo, parece una propuesta de ciencia ficción, relacionada con discutibles fenómenos paranormales como la telequinesia. Sin embargo, en realidad se trata de un sólido e interesante proyecto artístico, que aprovecha las funcionalidades de la telepresencia de forma creativa para ofrecer la posibilidad de experimentar en vivo propuestas diversas, como una conexión en tiempo real entre el Medialab-Prado, el Matralab de la Concordia University deMontréal y el Centro de Arte Contemporáneo Arteleku de Donostia-San Sebastián.

Su promotores, los artistas chilenos afincados en Madrid Sara Malinarich y Manuel Terán, fundadores de INTACT Project, llevan años desarrollando un proceso de investigación e innovación en el campo de las artes y las telecomunicaciones, enfocado hacia el estudio de la telepresencia. Esta disciplina, que utiliza las tecnologías de la comunicación para relacionar espacios lejanos, empezó su andadura en el mundo del arte en 1994 de la mano del californiano Ken Goldberg, que creó el célebre Telegarden, una instalación robótica que hasta 2004 permitió a los internautas de todo el mundo cuidar de forma remota un pequeño jardín de plantas en la ciudad austriaca de Linz.

INTACT Project control a distancia interfaz humanaLo que proponen Sara Malinarich y Manuel Terán no tiene nada que ver con la ciencia ficción. Es real y completamente innovador. Su objetivo es añadir componentes de interacción física a la telepresencia con el fin de convertirla en una experiencia multisensorial, que permite llevar a caboacciones artísticas telecompartidas, en las que intervienen varios creadores ubicados en lugares lejanos entre ellos.

El evento que se presenta mañana en Medialab-Prado de Madrid es la segunda etapa de Huésped, un proyecto dividido en tres fases, totalmente autofinanciado y realizado (desde el concepto al desarrollo técnico y la programación) de forma completamente independiente por INTACT Project. Se trata de Overflow. Una nota de suicidiouna videoperformance basada en una acción telecompartida, que toma forma en tiempo real con los datos audiovisuales recogidos en tres lugares distintos: un piso, una calle y una terraza de Madrid
Bajo el lema “sensorización de la pantalla”, Overflow. Una nota de suicidio materializa el acto de provocar fuego a distancia y es al mismo tiempo un homenaje a José Val del Omar, ya que la pieza está construida con el sistema de audio diafónico creado por el artista granadino en 1944 y tiene una reminiscencia de sus palabras “No hay que iluminar a los hombres; hay que, emotivamente, prenderles fuego a los hombres”.


“La escena representa una nota de suicidio que termina con una mujer que se inmola. Es la propia nota la que arde y prende fuego al cuerpo de la mujer, convirtiéndose ante nosotros en la hoguera de sus denuncias”, explican Malinarich y Terán. Técnicamente se trata de una videocreación construida a partir de procesos automatizados y sistemas de telepresencia, que ponen en comunicación eventos que acontecen al mismo tiempo en espacio distintos. Por un lado tenemos la escena de la mujergrabada en el piso, que termina cuando la protagonista prende fuego con un mechero a la nota que está leyendo. Estas imágenes se materializan en una pequeña pantalla, que parece situada en una calle transitada de Madrid. En realidad toda la escena se plasma en dos pantallas ubicadas en un tercer lugar, una terraza donde convergen al mismo tiempo la secuencia del piso y de la calle. La pequeña pantalla donde se proyecta la escena está dotada de un sensor que al detectar la llama encendida por la mujer en el piso, desencadena el mecanismo que enciende la cerilla en la terraza.

La terraza de Overflow
La terraza de Madrid donde se ha construido "Overflow" de Sara Malinarich y Manuel Terán.
“La idea ha sido añadir en una zona de la pantalla un sensor programado para reconocer parámetros de color y luminosidad, cuyos valores se traducen en órdenes capaces de activar otros dispositivos a distancia, siempre a través de Internet”, indican Malinarich yTerán. Según los artistas “este ejercicio ha logrado dos objetivos importantes: primero, demostrar la capacidad de los sistemas telemáticos de trasladar un fenómeno físico(como el fuego) de un lugar a otro, yendo así más allá de la mera representación y haciéndolo corpóreo y segundo, su capacidad de crear productos artísticos no efímeroscomo en este caso una videocreación”.

El proyecto, que empezará su itinerancia internacional con una muestra en el Today Art Museum de Beijing (China), se estrena en Madrid acompañado por una serie de actividades, que tendrán lugar mañana a partir de las 19 horas en la sede del Medialab-Prado en la antigua Serrería Belga. “La demostración consiste en presentar a los asistentes una serie de dispositivos conectados a través de Internet, improvisando unos ejemplos del uso artístico de estas herramientas a través de una performance”, explica Malinarich, anticipando que se llevarán a cabo acciones multidisciplinares con música en vivo a cargo del grupo madrileño En Busca del Pasto, experimentos de interacción, telecontrol de objetos y utilización de elementos físicos como viento y fuego a distancia. En la conferencia se invitará el público a formar parte del nodo Madrid de la red de INTACT para la tercera fase del proyecto Huésped, que se desarrollará en el propio Medialab-Prado.

Jaime de los Ríos  Huésped fase 1
"Huésped" fase 1. Jaime de los Ríos controlando un tocadiscos a través del casco de ondas cerebrales.
La primera etapa, que tuvo lugar el pasado mes de marzo, entre el Centro de Arte Artelekude Donostia y el Centro de Innovación BBVA de Madrid, consistió en una intervención, durante la cual se manipularon y desplazaron a distancia objetos mediante los impulsos enviados a través de un casco de ondas cerebrales.


“Desde Arteleku, el artista Jaime de los Ríos estuvo controlando las luces, el brazo fonocaptor de un tocadiscos y el encendido del mismo a través del casco de ondas cerebrales. El casco capta dos parámetros (meditación y concentración), mientras que la prolongación del casco en la zona de la frente captura la información del nervio óptico. Su mente y sus ojos hicieron las veces del ratón”, explican al Silicio Malinarich y Terán. Según los artistas para el éxito del proyecto Huésped resultó fundamental la colaboración entre muchos artistas internacionales, además de Jaime de los Ríos,Laura R. Moscatel (Ecuador), Michal Seta (Canadá), François Mourre (Francia), Axel Guillaumet (Barcelona) y Jorge Ruiz Abánades (Madrid). “Su participación se plasma en eldesarrollo de interfaces interactivas, en la elaboración de teoría del arte de las telecomunicaciones y en un trabajo por etapas, que se realiza de manera colaborativa, en red y a distancia”, apunta Sara Malinarich.

Sara Malinarich y Manuel Terán
Sara Malinarich y Manuel Terán en la performance "Interfaz para un poema"
INTACT Project o Interfaz para la Acción Telecompartida, es un proyecto de cibercultura entre arte y nuevas tecnologías cuya finalidad es “producir obras de manera colaborativa entre dos o más usuarios mediante el uso herramientas telemáticas”.
“A través de estos sistemas, se recogen y ponen en común en tiempo real diversas expresiones artísticas, tanto analógicas como digitales”, apuntan Sara Malinarich y Manuel Terán, que tuvimos el placer de presentar por primera vez en el Silicio el pasado mes de abril en ocasión del Día Internacional del Libro, cuando colaboraron en la realización deÉrase DE UNA VEZ don Quijote de la Mancha, una instalación interactiva de Diego Agulló y Jorge Ruiz Abánades, que se expuso en el Instituto Cervantes de Berlín.

Overflow de INTACT Project detalleEl término “acciones telecompartidas” fue acuñado por primera vez por Sara Malinarich, a finales del año 2004, durante el desarrollo del proyecto Órbita[05], un especie de prólogo de INTACT Project, que desde entonces ha seguido una larga evolución gracias a las colaboraciones con artistas y centros internacionales. “La red de INTACT tiene como objetivos primordiales la creación colaborativa en red y el desarrollo de tecnología libre”, afirman Malinarich y Terán. Los artistas aseguran que “el resultado de una acción telecompartida es una obra en coautoría entre usuarios interconectados, donde cada uno de ellos es al mismo tiempo, cliente y servidor” y acaban con otra evocación de las clarividentes palabras de José Val del Omar, “Somos los terminales nerviosos de una gran retina colectiva”.


http://blogs.elpais.com/arte-en-la-edad-silicio/2013/07/el-fuego-del-arte-se-enciende-a-distancia.html

jueves, 4 de julio de 2013

Eugenio Merino: "El arte puede servir para darle una bofetada al poder"



Eugenio Merino, el artista que expuso en Arco al dictador metido en una cámara frigorífica y que afronta un juicio por ello, recibe el apoyo de artistas en una exposición que aborda la figura de Franco desde la crítica y el rechazo.

PATRICIA CAMPELO

Eugenio Merino en su estudio. JUAN BARTE

Eugenio Merino en su estudio. JUAN BARTE

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Sarcástico e irredento, el artista plástico Eugenio Merino (Madrid, 1975) afronta el próximo jueves un juicio en el que está acusado de dañar el honor del dictador Francisco Franco. La denuncia la interpuso la fundación que lleva su nombre y que ensalza la vida y obra del militar rebelde que desencadenó la Guerra Civil. Los hechos se remontan a la exposición de Arco del pasado año, donde Merino exhibió su obra Always Franco, en la que representaba al dictador metido en una cámara frigorífica. Ahora, una muestra organizada por la plataforma de Artistas Antifascistas ha reunido a una veintena de creadores que ofrecen su particular visión crítica de la iconografía franquista. La exhibición, que puede verse desde el viernes en Madrid, aborda la libertad de expresión como telón de fondo, y reclama la atención en la vigencia del legado de Franco en la sociedad española actual.
El próximo jueves arranca el juicio por presuntos daños contra el honor de Franco, ¿cómo lo afronta? ¿Es optimista?
No soy ni optimista ni pesimista. Lo grave ya ha ocurrido. El juicio es sólo el final de un proceso que ya ha ganado la Fundación Franco. Aunque gane el juicio, esta gente ha conseguido perjudicarme.
¿Esperaba esta consecuencia por la exposición de su obra Always Franco en Arco en 2012?
Que te denuncie la Fundación Franco, que José María Álvarez del Manzano, director de IFEMA, apoye a la fundación y diga que la obra es ofensiva, que el director de ARCO se pase todas las entrevistas sobre la feria restando importancia e incluso denigrando mi trabajo... No, la verdad, no esperaba que la situación en España fuese tan grave a nivel de censura y de presión política. Sin embargo sí sabía que España está llena de gilipollas.
El problema no es meter a Franco a una nevera, si no la injerencia de la política en el arte" 
¿Qué quiso decir con esa represenatción? ¿Franco en una nevera es una metáfora de la permanencia de su legado en la sociedad actual?
Su legado sobre la sociedad actual es una España dividida, injusticia para las víctimas del franquismo, unos políticos que no condenan el franquismo pese a que el Consejo de Europa les ha instado a que lo hagan, un juez inhabilitado por tocar el tema... Franco en la nevera es la metáfora de todo esto y mucho más. Franco está muy presente.
¿Ha sentido el apoyo del colectivo de artistas a propósito de la denuncia de la fundación Francisco Franco?
Por supuesto, artistas, comisarios y directores de museos. Mucha gente que ha entendido que esto no es un problema de meter o no meter a Franco en una nevera. Es un problema de censura, impunidad e injerencia política en el arte. Algo que no podemos permitir si queremos que la situación del arte no degenere mucho más. En especial tengo que agradecer a la plataforma de Artistas Antifascistas todo el esfuerzo que han realizado para apoyarme. Ha sido una suerte y un lujo. Sin ellos, una exposición como ésta no se llevaría a cabo.
¿Los artistas han respetado la iconografía de Franco? No se ha visto nunca una exposición como la que comienza este viernes en Madrid que se articula en torno a la figura del dictador desde una perspectiva crítica y sarcástica.
La iconografía de Franco no se ha respetado nunca. Ahí está el trabajo de Fernando Sánchez Castillo, Jorge Galindo y Óscar Seco. Otra cosa es que a la prensa española no le haya interesado el tema por considerarlo de poca actualidad o por cuestiones de línea editorial del periódico. No se ha visto una exposición así porque es imposible hacer algo como esto sin presión política. No se puede hacer en una institución pública y a nivel privado las galerías no se quieren meter en "problemas". Por eso digo que entre todos hemos creado esta situación de mierda.
¿De qué va su nueva obra sobre el dictador?
Es un punching ball con la cabeza de Franco. Una pieza que representa la necesidad que tiene la sociedad de enfrentarse a su pasado o, mejor dicho, a la necesidad de darle de hostias al dictador. Creo que lo que ha faltado con la figura de Franco es precisamente esto, dejar a un lado el archivo y las buenas formas para expresar el descontento de los artistas de manera directa y clara, con humor, pero con la radicalidad que requiere. Es una mofa en toda regla, el tipo de humor del que tanto hacemos gala los españoles pero que tanto nos molesta cuando el objeto somos nosotros.
¿Cómo puede el arte contribuir a preservar la memoria de las víctimas y el relato verdadero del pasado?
El arte puede servir para darle una bofetada al poder, para criticarlo, para dar una visión de nuestra época... expresado de una manera simbólica o metafórica. Si lo que queremos es preservar la memoria y el relato verdadero hay que acudir a otras estrategias. A la Constitución, a la Ley y a los historiadores. Aquí el problema es grave porque todo está dominado por la política, así que quizá la solución es la revolución y cortar unas cuantas cabezas.

jueves, 6 de junio de 2013

ARQUITECTURA Y DISEÑO: EMILIO PEMJEAN


ARQUITECTURA Y DISEÑO

EMILIO PEMJEAN

PALIMSESTO
Tarjeton 170x170_AF_7MAYO_RGB acoplada

Hasta el 30 de junio. Entrada libre

Centro de Arte Complutense - Planta baja
c/Juan Herrera 2, M: Moncloa

organiza: Centro de Arte Complutense

viernes, 19 de abril de 2013

: "13 Plumas" en Espacio B


 Tras recibir el aliento suficiente con el que romper el hielo, Ana Matey nos invita a la acción colectiva que tendrá lugar el próximo viernes 19, a las 19:30 horas.
Trece personas convocados por ella (al modo de la carta que acompañamos) accionarán durante 13 minutos junto al regalo recibido.
Os esperamos.

 Imágenes integradas 1
En lugar de Christian Fernádez Mirón estará Sergio de Pablo
y, por Fernando Baena, estará Olivier Hourcade .
Imágenes integradas 2 
  Espacio B
C/ Buenavista, 39.
28012 Madrid.
Tel./Fax: 914671114
espaciob@live.com
Participa en nuestro foro
 
 

lunes, 15 de abril de 2013

El Guggenheim analiza el arte de la Francia ocupada y la postguerra

MIGUEL CERECEDA

¿Cuál fue la relación de las vanguardias con la Francia ocupada y la Europa en guerra? Por primera vez, una exposición, en el Guggenheim de Bilbao, se ocupa de este inexplorado periodo

El Guggenheim analiza el arte de la Francia ocupada y la postguerra
«Mujer sentada en un sillón» (1941), de Pablo Picasso
 
Es posible que la Historia del Arte del siglo XX haya dejado cierta penumbra sobre la evolución de las vanguardias en la Francia ocupada. Mientras que la escenificación de los grandes enfrentamientos artísticos entre estas, el fascismo ascendente y el comunismo militante alcanzó su apogeo durante la Guerra Civil Española, el desarrollo de los acontecimientos posteriores ha sido mucho menos estudiado.

Posiblemente sea 1937 el momento cumbre de este duelo, y París, su principal escaparate internacional. El enfrentamiento –a uno y otro lado de la Torre Eiffel– de los dos grandes pabellones nacionales soviético y alemán en la Exposición Universal (en el que también se presentaba humildemente el español de la República), era la mejor escenificación de aquel contexto.

La supremacía racial

Mientras en la URSS se apostaba abiertamente por el realismo socialista, con el pabellón vagamente constructivista de Boris Iofan, rematado por la soberbia escultura «El trabajador y la campesina» de Vera Mukhina, Alemania apostaba por el clasicismo imperial de Speer, protegido por los colosos clasicistas de Arno Breker, y España se desgarraba implorando la ayuda internacional con la «Montserrat» de Julio González y el «Guernica de Picasso. Ese mismo año se presentaba en Múnich la exposición de «arte degenerado», en la que se condenaba a las vanguardias, a la vez que se inauguraba el Museo del Arte Alemán, que proclamaba el clasicismo como la forma general de la supremacía racial occidental.

Un acierto de la cita es la parte decicada a los que trabajaron n psiquiátricos y campos de exterminio

Las peripecias del surrealismo al servicio de la revolución; los compromisos y las divergencias en relación al partido comunista y las diversas excomuniones promulgadas por André Breton han sido objeto de una reiterada exégesis. Sin embargo, la evolución posterior de los discursos del arte bajo la ocupación alemana apenas había sido hasta ahora objeto de atención especializada. Mientras que en España durante la Guerra Civil se organizó un frente de artistas e intelectuales antifascistas que produjo un arte militante como el de Josep Renau o el de Alberto, en la Francia ocupada no hubo una resistencia artística organizada. Al no haber dos frentes, la situación fue diferente.

Por primera vez, esta muestra presta atención a algunos fenómenos curiosos de esta historia. Mientras que se ha estudiado bastante el arte oficial del nazismo, se sabía muy poco del de la Francia ocupada. Este se exhibió en 1942 en el Palais de Tokyo, donde, junto a escultores clasicistas como Charles Despiau o Paul Belmondo, aparecieron pintores vagamente vanguardistas como Raoul Dufy o Kees Van Dongen.

Sobrevivir o escapar

Presentar en este contexto de arte en guerra una reconstrucción de la exposición de los surrealistas de 1938, con la inquietante instalación de Duchamp de una oscura masa de pesados sacos de carbón, pendiendo amenazadoramente sobre la cabeza de los visitantes, adquiere tintes sombríos y resonancias políticas inusitadas para este autor. Pero lo cierto es que la mayor parte de los surrealistas se limitaron a escapar o a sobrevivir, cuando no fueron –como Hans Bellmer o Max Ernst– internados en campos de concentración. «Ha llegado un momento –escribía Breton en 1942– en el que el surrealismo no puede ni mucho menos suscribir cuanto se hace en su nombre». En aquel tercer manifiesto, Breton terminaba proclamando amargamente: «No vale la pena hablar. Menos aún que luchemos los unos con los otros. Todavía vale menos la pena morir. Y si prescindimos de la primavera, menos aún vale la pena vivir».

Picasso, encerrado en su estudio, vigilado por la Gestapo, apenas contaba con materiales para trabajar

Tal era también la amarga situación de Picasso, encerrado en su estudio de la calle des Grands Augustins, vigilado de cerca por la Gestapo y con apenas materiales para trabajar. En esta cita se reconstruye con algunos cuadros, esculturas y grandes fotos algo de la desolación de aquel espacio.

Tal vez uno de los mejores aciertos de la muestra sea la parte dedicada a los artistas que trabajaron en secreto en los psiquiátricos y campos de concentración. La obra de una autora poco conocida como Charlotte Salomon constituye una sorpresa. Y obras secretas, como el cuadernito de dibujos de Mickey Mouse de Horst Rosenthal, tal vez serían merecedoras de una edición para el conocimiento del público.

«El arte en guerra. Francia 1938-1947. De Picasso a Dubbufet»
colectiva

Museo Guggenheim. Bilbao. Avenida de Abandoibarra, 2. Comisarias: Jacqueline Munck y L. Bertrand Dorléac. Patrocina: Fundación BBVA. Hasta el 8 de septiembre

 abc

miércoles, 27 de marzo de 2013

La obra de M. C. Escher en la cultura popular


Maurits Cornelis Escher fue uno de los artistas más originales del sigo XX. Especialmente interesantes son sus composiciones con perspectivas imposibles, que han sido homenajeadas en múltiples ocasiones en televisión, cine o videojuegos, entre otros.
Por
27 de marzo de 2013, 00:12
La obra de Maurits Cornelis Escher está plagada de composiciones sorprendentes en las que todos los elementos se fusionan y de perspectivas imposibles (aunque también produjo otro tipo de litografías). Su influencia fue enorme y ha repercutido en cientos de artistas. Pero también se pueden encontrar muchísimos homenajes a Escher en la cultura popular. Desde el celebérrimo gag del sillón de Los Simpson a los créditos de Donnie Darko, pasando por uno de los puzles más conocidos de God of War, estos son algunos ejemplos de la aparición de los diseños del artista holandés (o inspirados en ellos) en diversos campos.

Escher en televisión

Es imposible hablar de Escher en la cultura popular sin hablar de Matt Groening. El creador de Los Simpson parece ser un gran admirador del pintor y ya en sus comienzos hizo algún homenaje en su tira cómica, Life in hell. Sin embargo, donde realmente se ha podido ver esto es en la serie sobre la familia de Springfield.

Como cabría esperar, uno de los cuadros más famosos de Escher, Relativity, ha aparecido en la intro de este programa. Pero no fue la única vez que se homenajeó al artista en la serie, ni mucho menos. Ascending and Descending, otra de sus litografías más conocidas también fue parodiada en varios momentos, como el capítulo 18 de la segunda temporada, en el que Homer se queda atascado en un tobogán acuático. Antes de montar en esta atracción debe esperar una interminable cola. Tan interminable, que juega con las leyes de la física. Más tarde volvió a aparecer esta perspectiva imposible en un cuadro en uno de los especiales de Halloween de Los Simpson.

Pero la admiración de Groening por Escher no se limitó a su programa más conocido, sino que también se pudo ver en otra de sus obras maestras, Futurama. En esta ocasión fueron Fry, Leela y Bender los personajes que se encontraron con las escaleras de Relativity cuando el primero busca piso en Nueva Nueva York. Eso sí, finalmente se trasladó al armario del robot, pues no veía sentido en pagar por unas dimensiones que no iba a utilizar.



Otro que se apuntó a este homenaje, aunque en este caso en forma de parodia, fue Seth MacFarlane. Peter Griffin es el encargado de quejarse de que una cafetería es "más rara que ese vídeo de rap de MC Escher", que sale caracterizado como MC Hammer.

No obstante, probablemente la mayor muestra de admiración televisiva haya sido el capítulo Castrovalva de Doctor Who. Este episodio está dividido en cuatro partes que se emitieron por primera vez a lo largo de las primeras semanas de 1982. A pesar de que el cuadro es un simple paisaje en el que no hay trucos de perspectiva (aunque sí se trata de una composición algo extraña), la adaptación televisiva sí se en uno de los temas recurrentes del artista: la repetición.

Escher en los videojuegos

El mundo del videojuego le debe muchísimo a Escher y sus experimentos con la gravedad. Muchas de las sagas más conocidas tienen algún puzle en el que se experimenta con la gravedad o los laberintos que juegan con las perspectivas. Hay ejemplos en los que el homenaje es evidente, como God of War III, y otros en los que éste es más sutil, como el Templo de los ancianos de Final Fantasy VII o los mundos con distinta gravedad de Super Mario Galaxy.
Escher en la cultura popular: Portal

Sin embargo, si hay un título que, sin duda, habría entusiasmado al artista es Portal. El juego de Valve parece haber salido de la mente de Escher y lo cierto es que es una lástima no poder disfrutar de un nivel diseñado por él. Afortunadamente, linkitch, un usuario de DeviantArt, se preguntó cómo sería esta hipotética pantalla y podemos hacernos una idea.Por otro lado, una de las leyes no escritas de Internet es que si algo existe, está en Minecraft (que es similar a otra que sí está escrita). Y en este caso se cumple (en el otro, también). Además, la obra elegida es una de las más conocidas y difíciles de replicar: Waterfall. En ella se puede ver una catarata en la que la corriente sube y baja al mismo tiempo para formar un circuito cerrado imposible, lo mismo que ocurre en esta recreación.

Pero Minecraft no es el único mundo virtual en el que se pueden encontrar reproducciones en tres dimensiones de pinturas de Escher. Second Life (sí, todavía existe) también tiene esculturas de al menos dos de sus cuadros: el famoso autorretrato y Belvedere. Una lástima que sólo vaya a poder disfrutarlas Gaspar Llamazares.

Escher en el cine

Otro campo en el que se puede comprobar que las aportaciones de Escher a la cultura popular fueron enormes. Y otro campo en el que nos habría gustado ver trabajar a Escher. Origen, por ejemplo, podría haber sido todavía más desconcertante de haber intervenido en su dirección el artista (al que, por otro lado, parece que le debe mucho). De hecho, si hilamos más fino, hasta los motivos que adornan los pasillos del hotel en el que se desarrolla la acción de El Resplandor parecen haber sido diseñados por el holandés. Tal vez sea hilar demasiado fino, pero es innegable que la repetición del patrón consigue crear una sensación de agobio y, desde luego, podemos esperar cualquier cosa de Stanley Kubrick.

Donde no hay ningún tipo de duda es en el homenaje que hace la película Dentro del laberinto con el número musical de David Bowie en unas escaleras claramente inspiradas en Relativity. Y si hablamos de escaleras tampoco podemos olvidar las de la saga Harry Potter.



En cualquier caso, el único director que ha mostrado su admiración por Escher sin tapujos (al menos, en una de sus películas) ha sido Richard Kelly, autor de Donnie Darko, que incluyó a Maurits Cornelis en los agradecimientos de su cinta. Además, el protagonista tiene un póster del cuadro Eye en su cuarto.

Escher en la música y los cómics

Si antes hablábamos de David Bowie, ahora toca hacer mención a su amigo Mick Jagger. Según cuenta la leyenda (en realidad, una entrada en un foro ya desaparecido, así que esta historia debería tener el mismo nivel de veracidad que una leyenda), el cantante de los Rolling Stones es un gran seguidor de Escher y le pidió que realizase una de sus litografías para utilizarla como portada de su segundo disco recopilatorio. Incluso se conformaba con que les cediese una imagen no publicada. Sin embargo, el autor se negó por no disponer de tiempo y, aparentemente, por haberse sentido ofendido por la familiaridad con la que Jagger se dirigió a él (utilizó su nombre de pila en lugar de su apellido, lo que habría sido más formal).

Quienes sí lo consiguieron fueron, entre otros, Mott The Hopple, que incluyeron una versión coloreada de la ilustración Reptiles en su primer álbum. Y podría decirse que la portada de Umagumma, cuarto disco de Pink Floyd, también se inspira en el trabajo de Escher, al igual que la de Tommy, la ópera rock de The Who, cuyo diseño fue realizado por Mike McInnerney.

Lo mismo ocurre con el videoclip de Otherside, de Red Hot Chili Peppers, que parece situarse en un mundo onírico ideado por el holandés (con algo de ayuda de Picasso y Dalí).



En cuanto al mundo del cómic, no podía faltar un homenaje de una de las mentes más brillantes (y dementes) de la industria (con el permiso de Alejandro Jodorowsky y Jean Giraud en su papel de Moebius), la de Alan Moore, aunque no fue de forma directa. Moore creó la serie Promethea junto a Mick Gray y J. H. Williams III y éste último incluyó referencias a varios artistas en sus portadas y dedicó la número 15 a Escher. En esta entrega también hay referencias a elementos relacionados con el pintor, como la banda de Moebius.